En brazos de Morfeo (I)

Pocos tópicos existen en Psicología más manidos que los sueños. Normalmente, cuando alguien conoce a un psicólogo, suelen surgir dos frases en menos de 15 minutos: «¿¿me estás psicoanalizando??» y «oye, pues el otro día soñé (inserte bizarrada al gusto) ¿qué significa?» Curiosamente, están bastante relacionadas. Pero ese es otro tema.

El caso es que me sugirieron que hiciera una entrada sobre el sueño, y entre caja y caja de actividad locomotora de ratones, me he puesto a ello.

El sueño es una conducta. Dormir es necesario, tanto para los humanos como para el resto de especies animales. Aunque se tiende a pensar en el sueño como un estado de consciencia más que como una conducta en sí misma, pero se puede distinguir dos estados claramente (aunque en algunos es más difícil que en otros =b). La vigilia, la fase en la que estamos despiertos, conscientes; y el sueño. En la vigilia, las ondas cerebrales de una persona normal (la actividad eléctrica cerebral que se registra), muestra dos patrones de actividad: alfa y beta. La actividad alfa consiste en ondas regulares de frecuencia media (8-12 Hz), y se da cuando la persona está descansando tranquilamente, sin una actividad mental exigente. Es más frecuente con los ojos cerrados. Por su parte, la actividad beta consiste en ondas irregulares de baja amplitud (13-30 Hz). Ocurre cuando el sujeto está alerta o pensando intensamente.

En el sueño, en cambio, se compone de dos fases: REM (Rapid Eye Movement) y No-REM (sobran explicaciones), cada cuál diferenciada por las fases de actividad cerebral que se pueden registrar en distintos momentos. Estos estados se alternan formando ciclos. Un ciclo de sueño incluye una fase completa de REM y No-REM.

Sueño No-REM

– Fase 1. Aparición de cierta actividad theta (3’5-7’5 Hz). Es una transición de vigilia al sueño. Durante esta fase suele ocurrir el fenómeno de tener la sensación que uno se cae, y «despertarse» sobresaltado (¿a quién no le ha pasado?).

– Fase 2. Las ondas son irregulares pero incluyen periodos de actividad theta, spindles (husos del sueño) y complejos K. Los husos del sueño son breves grupos de ondas de 12-14 Hz que ocurren de dos a cinco veces por minuto, entre las fases 1 y 4. Los complejos K, por su parte, son ondas agudas, repentinas, que suelen darse durante la fase 2 aproximadamente  una vez por minuto (pueden ser provocadas por los ruidos). Estos complejos K parecen ser los precursores de las ondas delta.

– Fase 3. Aparece con gran amplitud actividad delta (menos de 3’5 Hz). Las fases 3 y 4 no se distinguen bien.

– Fase 4 se caracteriza por describir más del 50% de su actividad como ondas delta. Ésta es la fase más profunda del sueño.

Las fases 3 y 4 no se diferencian muy bien, y a pesar de poder considerarse componentes de la fase No-REM, forman en sí mismas el llamado sueño de ondas lentas.

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Sueño REM

Presenta ondas beta, al igual que cuando se está despierto. Aparece sobre los 45 minutos del comienzo de la fase 4. Los valores fisiológicos cambian repentinamente y el patrón de EEG se vuelve desincronizado, con algunas ondas theta diseminadas, similares a las de la fase 1. La señal EMG se vuelve plana (debido a que se pierde el tono muscular por la inhibición de las neuronas motoras de la médula espinal) y los ojos empiezan a moverse de lado a lado rápidamente. Varios investigadores sugieren que los movimientos de los ojos del sueño REM están relacionados con las imágenes que ocurren mientras se sueña. Takino y Azakami indican que los mecanismos cerebrales que se activan durante un sueño son los mismos que se activarían si los acontecimientos estuvieran ocurriendo en realidad.

La consciencia durante el sueño es diferente a la de la vigilia, pero es consciencia igualmente. Un tipo llamado Madsen midió el índice de flujo sanguíneo en el cerebro durante el sueño REM, y encontró que era mayor en la corteza visual de asociación, pero bajo en el frontal inferior. La conclusión a la que llegó es que los sueños contienen buenas imágenes visuales, aunque temporalmente desorganizadas.

Cada ciclo dura unos 90 minutos e incluye un episodio REM de una media hora. Es en esta fase donde ocurren las ensoñaciones, que contienen estructura narrativa; lo que se reconoce normalmente como los sueños.

¿Pero por qué apenas nos acordamos de los sueños, y cuando lo hacemos, la mayoría de veces parece que no tienen sentido?

En primer lugar hay que hablar de la imperiosa y no siempre sana necesidad de nuestro cerebro para organizar las experiencias de forma coherente, causal y lógica. Luego viene la memoria el prefrontal. Durante la fase REM se produce el aprendizaje, en su mayor parte. Es durante esta etapa del sueño cuando la información que hemos procesado durante el día se codifica de forma más firme y va dejando huella. Después, hay que volver atrás. Hemos comentado que un ciclo completo incluye una fase REM de 30 minutos. Los expertos aconsejan dormir unas 8 horas al día, lo que equivale a 5-6 ciclos completos, lo que implica pasar por 5 o 6 fases REM, con sus respectivas imágenes y elevada actividad cerebral.

Esto significa que en un sueño normal se producen 5 o 6 ensoñaciones en las que se suceden imágenes vívidas relacionadas con la información principal que se ha manejado durante el día (o periodo de días, vamos). Lo curioso, es que al despertar, tenemos ese recuerdo del sueño completamente sinsentido, con imágenes generalmente desorganizadas e incoherentes. El responsable de esta falta de organización es la baja actividad que registra la corteza prefrontal durante el sueño. La corteza prefrontal, entre otras muchísimas cosas, es la responsable de hacernos sentir aquí y ahora sin perder la noción del ayer ni el mañana. Gracias a ella podemos integrar la información y dar un sentido espacio-temporal a la memoria. Cuando uno se despierta y recuerda un sueño sin sentido, es, casi con total seguridad, porque ha despertado durante un ciclo REM. Cuando, por el contrario, el sueño sí parece tener una mínima lógica argumental, suele ser debido a que el despertar se ha producido durante el sueño de ondas lentas, en el cual esta parte del córtex no resulta tan inhibida. Los escenarios, personificaciones, acciones, etc., que se recuerdan, pueden ser representaciones de sucesos demasiado complejos o activadores para tratar en un estado así, por lo que el jefe los amortigua mediante distintas estrategias.

Así que, ya sabéis, cuando tengáis un sueño raro, no os preocupéis; pensad que probablemente sea una construcción a partir de varios sueños, de los cuales ni siquiera recordáis toda la información. Es como un trozo de cuento sacado de contexto, que por sí solo no tiene sentido, pero probablemente sí lo tenga junto a otros trozos relacionados.

Y no quería marcharme sin hablar de dos cuestiones importantes: la teoría psicodinámica y los sueños recurrentes.

El enfoque psicodinámico es al que pertenece el tan famoso como denostado Sigmund Freud. Y aunque él no fuera el único ni el primero en hablar del papel de los sueños, es el más famoso representante de esta escuela. Sólo quiero decir que, independientemente de la poca evidencia científica que sustenta esta perspectiva, no se puede generalizar a todos los campos que toca. Hay un trecho entre interpretar todos los sueños como imágenes y metáforas del odio/deseo hacia tu padre/madre y decir que no tienen nada de significado. La interpretación de los sueños no te revela la verdad sobre ti mismo, pero es cierto que sí tienen significado.

Respecto a la recurrencia de los sueños, decir que el cerebro procesa de forma consciente cierta parte de la información con la que nos topamos todos los días. Y ciertas experiencias, situaciones o acontecimientos pueden calar hondo en una persona sin que esta sea consciente de ello. Muchas veces nos sentimos nerviosos y no sabemos por qué. O no nos damos cuenta de que nuestra conducta, por normal que parezca, está siendo forzada por no expresar determinado sentimiento, preocupación, etc. Todas estas cosas, aunque no las tengamos en mente están ahí, y al ser información que se maneja y está presente, los sueños la toman como cualquier otra información. Es por eso que los sucesos emocionalmente impactantes, las preocupaciones, los problemas, etc., pueden verse reflejados en los sueños de forma persistente, ya que pueden estar afectando nuestra vida durante largos periodos de tiempo.

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La próxima entrada irá también sobre los sueños, pero desde le punto de vista que me gusta más ^^.

13 comentarios en “En brazos de Morfeo (I)

  1. Pingback: Privación de sueño « Como decíamos ayer…

  2. Interesante… ¿y no hay ninguna forma de aumentar la cantidad de sueño en fase REM? Pasar menos tiempo durmiendo de manera más productiva durante época de exámenes sería maravilloso xD
    Buena entrada 🙂

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    • Algunos hipnóticos te pasan directamente a la fase REM. Sin embargo esto no es del todo productivo, ya que la fase No-REM es también muy importante para el descanso del cerebro. Además de ser el momento en el que el cuerpo se recupera. Los días en que uno se levanta, literalmente, hecho polvo sin motivo aparente, probablemente es por despertarse en esta fase.

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  3. Muy interesante, lo de que lo que recordamos es una mezcla de todas las fases REM lo sabía de antes, no se muy bien de donde lo saqué. Pero lo de la sensación de caerse no. Siempre hay alguien que dice que estarías soñando que te tropezabas o algo así, pero si se sueña en la fase REM, no sería así no?

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  4. Me ha gustado saber lo de la sensación de caerse; siempre me ha parecido muy curioso ^^
    También interesante lo del los sueños recurrentes, sí. Hace mucho que no tengo uno… 🙂

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  5. Hace algún tiempo leí (creo que en neurociencia o en fisio) que en realidad los sueños no están hechos para ser recordados, por decirlo de alguna manera, y por tanto es de lo más normal no recordarlos o recordarlos poco.
    Estaba pensando ahora que si durante el sueño REM se consolida información… ¿puede variar la cantidad de sueño REM según si durante los días anteriores se ha estado expuesto a una gran cantidad de información o se ha estado aislado? ¿Crees que habría alguna diferencia o sería independiente?

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    • Pues la verdad, Pao, no lo sé. Supongo que estará relacionado, ya que sí se ha visto que la deprivación únicamente de la fase REM, provoca trastornos en el aprendizaje, la atención, etc. Sería lo más lógico, creo yo.

      Aunque también puede ser que sea más una cuestión de calidad de la información, y no de la cantidad. Es decir, podría ser que durante el sueño se almacenara mejor la información que se ha procesado e integrado en momentos de más «lucidez» (por decirlo de alguna forma), mientras que la información que se ha rascado por encima, aunque procesada igualmente, haya sido menos interiorizada.

      Supongo que por eso se tiene que repasar más unos temas que otros =b.

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  6. Pingback: En los brazos de Morfeo

  7. En realidad, no mucho ^^. Es un poco redundante, pero supongo que hay gente que no sabe a qué corresponde exactamente «baja amplitud».

    BTW, los Hercios (Hz) son una medida de frecuencia. En concreto, hasta donde yo sé, se refiere a la cantidad de veces por segundo que se repite un evento. Ondas de 13 Hz significa que en un segundo ocurre una onda 13 veces, lo que resulta bastante rápido.

    Gracias por las críticas 😉

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  8. Ey, gracias por la lección sobre el sueño! Hay cosas que me ha encantado saber. No tenía ni idea de las fases del no-REM ni lo de los sueños recurrentes!!

    Supongo que lo de las frases post «hola, soy psicólogo» es algo de lo que no os libraréis nunca. Tranquilo, porque ya sabes que a los ing.informáticos nos pasa igual =)

    Como crítica personal, me ha gustado mucho la mezcla de información técnica y divulgativa, gracias =)

    (ah! en física decir ‘baja amplitud, de 13Hz’ no tiene mucho sentido, vosotros lo decís así??)

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