La fórmula de la felicidad

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En este día tan aciago para unos y tan glorioso para otros, traigo una entrada que tenía en el horno desde hace un par de semanas. Hace algunos días tuve uno de esos momentos de epifanía. Pero como no soy ningún erudito, tampoco es que os vaya a contar una revelación existencial que ponga fin a los enigmas del Universo. Es, más bien, una opixión (opinión+reflexión); del tipo «La droga es la auténtica salud» pero sin el componente de paria. Se me ocurrió la fórmula de la felicidad.

Dejando a un lado los asuntos de tipo «cada uno encuentra la felicidad a su manera», «la felicidad se da durante el trayecto, no al final», etc., todos muy verdad y lo que se quiera, hoy por hoy (mañana vete tú a saber), creo que hay cinco cosas fundamentales para alcanzar la felicidad.

  1. Amistad. Las personas somos animales sociales. Eso es así. Independientemente de que uno sea muy independiente y pueda estar solo mucho tiempo (años, incluso), como especie no podríamos haber evolucionado, ni podremos avanzar, sin conformar sociedades, cooperando, colaborando o aprendiendo unos de otros. Y dentro de esa necesidad de agrupación, está la necesidad de  afiliación.
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    Todos tenemos amigos. Uno, al menos. Alguien con quien poder intercambiar las alegrías y miserias diarias. Los amigos actúan tanto como válvula de escape al estrés, como elementos de feedback que estimulan nuestro bienestar. Es jodido no tener a nadie con quien contar para desahogarte, pero también lo es no tenerlo para compartir situaciones que te llenan de satisfacción. Y parece tontería, pero en mi experiencia es algo que resulta frustrante. Recuerdo dos momentos en particular (curiosamente, ambos relacionados con los tebeos): la exposición de Marvel en el Museo de Ciencias Príncipe Felipe de Valencia el año pasado, que dedicó una sala entera a explicar fenómenos naturales a partir de ejemplos con personajes Marvel; tenían estatuas de tamaño natural, recreación de escenarios, máquinas interactivas… Me hubiera gustado compartirlo. Y el primer salón del cómic al que fui; flipé con toda la gente, los stands… Pero fui solo y la verdad es que no lo disfruté ni la mitad que si hubiera ido con alguien. Lo sé porque este año sí fui acompañado =).
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    Pero aparte de su papel liberador, hoy se sabe que la calidad de la red social de una persona se relaciona directamente con su calidad de vida en la vejez. Uno de los consejos que se da, por ejemplo, a pacientes con Alzheimer es que se involucren en actividades con gente, de su misma condición o no, pero que incrementen la calidad de sus contactos y amistades; nada de recluirse en casa. En este sentido, cada vez hay más investigación sobre el papel beneficioso de servicios como Facebook, Tuenti, Hi5… Aunque, como siempre, la novedad obliga prudencia y paciencia, por lo que todavía queda mucho por estudiar al respecto.
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  2. Optimismo. Hace muchos, un sociólogo llamado Merton descubrió algo muy interesante. Tanto, que años décadas después se sigue considerando uno de los fenómenos más contrastados, estudiados e influyentes de la Psicología Social. Por explicarlo brevemente, resulta que la actitud o las creencias que uno tenga frente al futuro desenlace de un acontecimiento, es capaz de dirigir de forma inconsciente la conducta para aumentar las probabilidades de que suceda aquello que pueda confirmar esa actitud o creencia previa. Es decir, si pienso que soy un desgraciado, actuaré (inconscientemente) de forma que mi conducta tenga consecuencias que hagan de mí un desgraciado. Es lo que se conoce como Profecía autocumplidaGracias a la investigación, hoy se puede decir que tener una actitud positiva ante la vida hace que uno sea más feliz.
  3. Curiosidad. Para mí, fundamental. Fomentar la curiosidad mantiene el cerebro vivo. Hacerse preguntas, mantener la capacidad de asombrarse y sorprenderse; querer y hacer por saber activamente. Leer, estudiar, jugar a videojuegos que requieren estrategia, estar al tanto de (buscar) las últimas novedades, desarrollar un hobbie… Todas estas cosas hacen que uno no se aburra. Y esa es la clave. Si al final te da todo igual, tienes el primer paso hacia la apatía, y la apatía fomenta el aburrimiento, que provoca que uno esté de mal humor.
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  4. Salud. No me refiero a un catarro, sino a cosas serias; trastornos crónicos que resulten incapacitantes de algún modo, o enfermedades graves. Esto es tema para otra entrada entera, pero hace unos años leí un artículo que decía que a través de la enfermedad era posible encontrar la felicidad. Creo que era un enfermo de cáncer, o una madre de un enfermo de cáncer o yo qué sé. Eso no se lo cree nadie.
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  5. Amor. Seamos sinceros, podría haber puesto dinero y sería perfectamente válido. O tiempo. Pero, para mí, el quinto ingrediente de la felicidad es el amor, porque sin amor, al final, todo el dinero y el tiempo del mundo, no sirven para nada. El amor es lo que hace que merezca la pena esforzarse por cuidar a los amigos, mantenerse positivo, mantener la inquietud y querer cuidarse.

Obviamente, a la hora de ser feliz todo suma (y resta), pero en mi caso particular, tal y como ahora mismo veo el mundo, mantener un nivel alto de estas cinco cosas sería lo mínimo para poder decir que soy feliz. De unas tengo más que de otras, pero estamos trabajando en ello  = ).

Como siempre, estáis invitados a dejar vuestros más que bienvenidos comentarios, críticas y sugerencias =b.

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14 comentarios en “La fórmula de la felicidad

  1. ¡Hola, Gumersindogv!

    Desde luego, comprender el significado ontológico de la felicidad es mucho más ambicioso que centrarse en los elementos que hacen a un individuo ser (o sentirse, quizá más bien) feliz a lo largo de su vida. En cualquier caso, entiendo que la felicidad como concepto abarque más que lo que significa para uno sólo. Pero dado que es la persona el eje a partir del cual se definen esos parámetros, preguntarse por la felicidad más allá del tiempo concreto en que una persona concreta existe, creo que pierde importancia.

    Es imprescindible conocer la historia para entender el presente, y personalmente creo que en determinados momentos es necesario trascender el aquí y ahora de nosotros mismos para interpretar de manera correcta muchas cosas que ocurren en el mundo. Pero el sentido de esta entrada se podría limitar a los primeros dos planos temporales que señalas tú en tu entrada. Más allá, para mí es un debate distinto. Igual de interesante, pero distinto.

    Gracias por pasarte y aportar tu opinión sobre la entrada =)

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  2. Perdona, no sé si mi comentario quedó pendiente de moderación o no subió… Lo repito un poco por encima: 🙂

    Comentaba que el concepto Felicidad es realmente Interesante, es un buen planteamiento el que realizas. Hace poco leí Viaje al Optimismo de Punset y añado a sus teorías las mías propias de cómo se consigue. En resumen, mas que una parcialización actualizada de la Felicidad -que es lo que me queda de tus argumentos- lo que me parece a mi es que, en un entendimiento científico, lo interesante es comprender nuestra participación en el Tiempo. Añado a esto un equilibrio entre nuestras dos necesidades primarias, Conformismo y Ambición. Las explico con mas detalle en mi post, si no te importa dejo el link para quien guste verlo, «La quimera de la Felicidad: un enigma cada vez menos indescifrable». Agradecería tus comentarios, creo que te gustará el planteamiento.

    http://argumentario.blogspot.com/p/la-quimera-de-la-felicidad-un-enigma.html

    Felices fiestas!

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  3. Me encanta la especulación sobre la Felicidad como concepto. Científicamente hablando, puede que te interese esta opinión mía basada en algunos comentarios de Punset que me parecen acertados en este sentido: http://argumentario.blogspot.com/p/la-quimera-de-la-felicidad-un-enigma.html en resumen, los 6 planos del tiempo que nos afectan y el equilibrio de nuestras dos necesidades biólogicas por la existencia son, para mi, las claves de descrifrar el enigma de la Felicidad. Espero que te guste y felices fiestas!

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  4. Me ha encantado el artículo autoreflexivo-divulgativo. Gracias por compartirlo.
    Yo creo que dándote la razón tanto a ti como a los que lo han comentado posteriormente definir la felicidad es como intentar definir un «orgasmo». Existir, existe, en cierto modo todos lo hemos sentido alguna vez pero es tan complicado de explicar, de esteriorizar….. y de que todos coincidamos en una misma sensación. Creo que la felicidad es eso, una sensación, un estado de ánimo puntual, un momentito en el que sin duda alguna confluyen todas las premisas que has expuesto pero cada uno las vivimos-sentimos de una manera ¡tan distinta!.
    Para mi por ejemplo la felicidad va muy muy unida a los sentidos: los olores, el tacto, los sabores, el oido…………….

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  5. Ah, y hay otra forma de ser feliz por la vía rápida. Pero no tengo comprobado si sirve para toda la vida. Pero para periodos cortos y puntuales, está contrastadísmo que sí.

    Tanto yo, como mis 17 compañeros durante el voluntariado médico, podríamos decir con total firmeza que sacrificar tu tiempo, dinero y esfuerzo durante las vacaciones de verano, para ayudar a personas sin recursos, te traslada a un estado de satisfacción personal tan grande que cualquiera llamaría felicidad.

    Y encima, compartida con todos tus compañeros.

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    • Ándres, muy cierto tu último comentario: es verdad que la conducta proactiva es uno de los estímulos que más satisfacción aporta a las personas. El otro día yo mismo lo viví ayudando a dos madres con sus carritos. Es normal, siendo sociales, el cerebro ha tenido que evolucionar para percibir como reforzantes las conductas que incrementan el bienestar de otros, para así fomentarlas y poder construir la sociedad.

      Sin embargo, en tu comentario anterior, no estoy de acuerdo con lo de cambiar la satisfacción por la curiosidad. Una persona puede estar perfectamente plena y satisfecha con un estilo de vida que suponga CERO inquietud intelectual. Me sirve como estilo de vida: es totalmente válido, siempre que uno esté satisfecho. Decía lo de los hobbies, etc., porque quién tiene gustos, suele intentar cultivarlos y desarrollarlos; eso implica actividad. Lo importante de ese punto no es tanto la curiosidad en sí, sino la curiosidad como motor para satisfacerla, manteniendo así el cerebro activo durante más años.

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  6. Estoy de acuerdo en que los 5 puntos son pilares fundamentales de la felicidad. Pero hacen falta más pilares. O agrupar algunos.

    Creo que es inamovible:

    De acuerdo con la amistad, amor, salud y optimismo.

    Cambiaría el punto de la curiosidad.
    Lo llamaría más bien la satisfacción con lo que uno hace en su rutina. No hace falta ser especialmente curioso. Yo lo soy, y me encanta serlo, pero esa curiosidad podría enmarcarse en la satisfacción personal, que puede lograrse por varias vías (con hobbies, sed de conocimientos, etc, o bien directamente a través de un trabajo deseado y bien llevado a cabo). Por tanto una persona sin curiosidad pero que esté satisfecha levantándose y superándose a sí mismo en su trabajo día a día, puede ser igual de feliz.

    Y creo que falta un punto: la familia.
    Es difícil que aunque una persona tenga todos los puntos anteriores, si todo su entorno familiar tiene graves problemas, no se puede ser feliz del todo.

    Al fin y al cabo, son los ingredientes que necesita un día feliz. Y una vida feliz es un conjunto de días felices.

    Levantarse con alguien a quien quieres. Trabajar en algo que te guste, implicarte, contribuir a algo relevante en el mundo (de cualquier forma y magnitud), y hacerlo todo lo bien que puedas. Poder compartir tus logros y problemas con tus amigos, y viceversa. Estar sano y no tener a tus seres queridos enfermos o con graves problemas. Tener inquietudes y no caer en la monotonía. Entregarte a los demás.

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  7. Estoy bastante de acuerdo con el post y con los comentarios.

    Únicamente añadiré una frase que en cierta forma tiene que ver, y que me gusta mucho:

    «»El hombre que tiene el corazón en paz ve una fiesta en cada aldea.»

    Ah, y no se me puede olvidar añadir una chorradilla:

    […] «tienes el primer paso hacia la apatía, y la apatía fomenta el aburrimiento, que provoca que uno esté de mal humor.»

    Y el mal humor conduce al Lado Oscuro.

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  8. @Humo_Y_Sombras: totalmente de acuerdo. El respeto es algo fundamental, hace que cada paso que del recorrido sea firme.

    @manolo_elmas y @Jacobo: sí, el trabajo es muy importante, pero como decía, todo suma. El trabajo tiene un componente social muy importante. Hay mucha investigación al respecto y es cierto que conforma una buena parte de la vida, tal y como se entiende hoy en día en nuestra sociedad.

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  9. El shock que provoca las menciones a Hi5, ¿eh?

    Yo estoy de acuerdo contigo en casi todo, aunque la amistad me parece un punto redundante. Considero que la amistad es un subconjunto del Amor —con mayúscula—, al igual que lo es lo que entendemos comúnmente por amor.

    Con @manolo_elmas estoy de acuerdo en lo del trabajo, pero sólo en la medida en que te facilite o posibilite encontrar el resto de puntos. Es decir, yo también lo veo como un facilitador antes que una necesidad —prueba de ello, los workaholics infelices.

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  10. Estando prácticamente de acuerdo en todo lo que has expuesto, creo que hay una que te has dejado: el trabajo. El Hombre pasa su vida relacionándose y trabajando, fifty fifty. Si durante su media vida trabajando no lo hace a gusto, mala marcha. Tener un trabajo que le guste a uno creo que facilita toooooodas las demás opciones.
    vamos, digo yo.

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  11. Añadiria una. Respeto. Respeto (o compromiso) o como decia el pistolero «recordar siempre el rostro de tu padre» El respeto por uno y por los demas, el compromiso en las cosas que creemos, es un buen camino, si no a la felicidad, si a la realización.

    Un abrazo desde Denia,

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