Láser Vs. Agua: viejo metal, nuevo material

La entrada de hoy no es sobre neurociencia. Es sobre física. Pero es alucinante igual.

Científicos de la Universidad de Rochester han logrado transformar metal en un material súper hidrófobo de forma permanente. Hasta ahora, este tipo de material repelente al agua sólo se había logrado a partir de recubrimiento químico (como el comercialmente disponible WetBlock). El grupo liderado por Chunlei Guo ha cambiado este escenario.

El artículo, publicado en Journal of Applied Physics, describe cómo el metal adquiere estas propiedades tras exponerlo a una técnica de modelado con láser que crea un intrincado patrón de estructuras a micro y nanoescala en la superficie. Según Guo, la aplicación de esta técnica es la continuación de otra mediante la cual lograron volver el metal de color negro al transmitirle una propiedad de gran absorbancia óptica. Es decir, les permite la creación de superficies multifuncionales.

Una de las ventajas principales que presenta esta técnica es que, al afectar a la estructura misma del metal, el láser hace que no sea necesario repetir el proceso para mantener el resultado, como sí pasa con los aerosoles, por ejemplo. Las nanoestructuras creadas se convierten en partes intrínsecas de la superficie del material.

Las aplicaciones potenciales de esta técnica y el uso de estos materiales son innumerables. Sin embargo, presenta por el momento serias limitaciones. Para empezar, cada pulso láser necesario para este proceso dura un femtosegundo, pero en ese tiempo alcanza el equivalente energético de la red eléctrica de todo EE.UU.

Por otra parte, Guo y su equipo están centrados ahora en reproducir el proceso con otro tipo de materiales no metálicos.

Aquí tenéis el vídeo subido por la Universidad de Rochester

El futuro está aquí, amigos. No me cabe duda de que llegaremos a ver este tipo de procedimientos estandarizados y aplicados a campos como la aeronáutica o la gestión energética. Es cuestión de tiempo.