La comunidad del alcoholismo

Relacionar la genética y la conducta nunca es fácil. Es cierto que gracias a la ciencia, el debate «Genes/Entorno» va perdiendo sentido, y más cuando se trata de trastornos como la adicción. Sin embargo, esto no quita para que se sigan realizando hallazgos que aporten peso a un factor u otro. En este caso, en favor de la genética se publicó hace poco un artículo en el que se identificó un conjunto de 11 genes como clave para predecir el riesgo de desarrollar alcoholismo.

El estudio se llevó a cabo en tres grupos de individuos de dos continentes distintos (Europa y América), dos razas distintas (blancos y negros) y tanto en hombres como en mujeres. El análisis genético se realizó a partir de un sistema llamado Convergent Functional Genomics, una base de datos en Alemania que almacena información genética de diversos estudios.

Tras el primer barrido se identificaron 135 genes potencialmente implicados en el desarrollo del alcoholismo. Una vez aislados, los investigadores miraron solapamientos de estos y otros genes cuya expresión cambiaba en un modelo de alcoholismo reactivo por estrés (consumo de alcohol como respuesta a eventos estresantes).

El análisis de solapamiento destacó un grupo concreto de 11 genes y 66 polimorfismos de nucelótido simple. Los investigadores determinaron que este conjunto de genes era efectivo para diferenciar a los sujetos control de los alcohólicos en los tres grupos de población.

La comunidad del alcoholismo. Fuente: Levey et al., 2014

La comunidad del alcoholismo. Fuente: Levey et al., 2014

Otro resultado digno de mención es que varios de estos genes han sido relacionados con otros trastornos psiquiátricos, como la adicción a la cocaína 1, la enfermedad de Parkinson 2, el trastorno bipolar 3, la esquizofrenia 4 y trastornos de ansiedad; lo que por otro lado resulta nada sorprendente dado que aspectos neurobiológicos básicos están implicados en todas estas alteraciones. Lo que sí resulta especialmente interesante es que algunos de este grupo de 11 se han sugerido como dianas potenciales para el tratamiento y prevención del alcoholismo, como los implicados en la actividad de los ácidos grasos omega-3 5.

Creo que también es interesante destacar que el poder predictivo de estos 11 genes es mayor a nivel poblacional que individual, lo que se podría explicar por la interacción y efecto del entorno específico de cada persona. De todas formas, la predicción se mantiene de forma más que aceptable, por lo que se podría identificar fácilmente a aquellas personas con un riesgo mayor de padecer estos problemas.

No obstante, hay que insistir de nuevo en que en estos estudios la identificación de factores genéticos sólo es un añadido. Indican riesgo y/o tendencia, nunca certeza. Por otra parte, conocer si uno tiene la combinación concreta de estos genes puede influir a la hora de tomar decisiones sobre el estilo de vida para minimizar esos riesgos.

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Referencia

Levey DF et al. Genetic risk prediction and neurobiological understanding of alcoholism. Transl Psychiatry, 2014; doi: 10.1038/tp.2014.29.

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4 comentarios en “La comunidad del alcoholismo

  1. Seria curioso explorar las diversas comunidades cerradas y ver la prevalencia de estos marcadores correlacionarse con marcadores sociológicos de cultura alcohólica (bebedores sociales, existencia de pubs, alcoholismo juvenil consentido, fiestas y su relación con el alcohol).

    Entiendo que correlación no implica causalidad, pero molaría ver si las comunidades o culturas más alcohólicas presentan una mayor p para esos genes o SNPs.

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  2. ¿Sugieres, por tu última frase, que deberíamos conocer nuestro genoma, para sabes qué estilo de vida tener respecto al consumo de alcohol, para tener más control o conocer el riesgo de padecer algún tipo de trastorno?

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    • ¡En absoluto! Si determinada carga genética no determina un comportamiento complejo por completo, es incoherente utilizarlo como guía de viaje para las decisiones de la vida.

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